🌟Caso real: posible meningitis viral resuelta tras una aplicación grupal de EFT Óptimo

Una integrante de nuestro grupo nos pidió aplicar EFT Óptimo para Pablo, un bebé de apenas 45 días, hijo de una amiga suya. Pablo estaba internado en observación con fiebre persistente, de causa desconocida. Los médicos sospechaban una infección seria, posiblemente, pero aún no tenían un diagnóstico confirmado.

Aquí compartimos las vivencias de tres personas que participaron en esa ronda grupal de EFT Óptimo. La experiencia fue profunda… y el desenlace, sorprendente.

✨ Desde la mirada de Paula

“Durante la ronda sentí un amor muy profundo. Visualicé una luz blanca intensa que recorría el cuerpo del bebé, desde su cabeza hasta los pies. En mi mente lo vi acostado en la cama del hospital, y pasé varias veces esta luz sobre él. Me aparecía la imagen de sus pulmones, aunque no sé si eso indicaba algo real o era solo simbólico. Repetí la experiencia varias veces, con la misma sensación de conexión y cuidado.”

✨ Desde la experiencia de Melisa

“Cuando recibí el pedido de ayuda, estaba con mi hija de 3 años. Eso me facilitó conectar desde lo emocional. Visualicé una energía inmensa, de colores, algo similar a lo que yo asocio con el Espíritu Santo. Me envolvió una sensación de amor que también alcanzaba a la madre del bebé —una mujer a quien no conozco, pero cuyo miedo pude imaginar muy claramente. Terminé la práctica con una paz inmensa en el corazón.”

✨ Desde la percepción de Claudio

“Al iniciar la ronda de EFT Óptimo, se me presentó la imagen de un bebé con la cabeza agrandada, como si pudiera ver un cerebro inflamado. Pensé: ‘¿y si es meningitis?’. Imaginé entonces a La Terapeuta Invisible bañando ese cerebro en una energía amorosa. La imagen comenzó a cambiar, hasta mostrar el cerebro normalizado. Horas más tarde nos enteramos de que Pablo había mejorado y que una punción lumbar reveló inflamación del líquido cefalorraquídeo, compatible con una meningitis viral.”

🩺 ¿Qué pasó después?

Al día siguiente, surgió otra hipótesis médica: Pablo habría tenido una infección urinaria que provocó la inflamación. Lo curioso es que mejoró casi al mismo tiempo en que aplicamos EFT Óptimo. Su madre comentó que, justo en ese momento, le habían administrado antibiótico, pero la respuesta fue tan rápida que los médicos quedaron asombrados.

Más tarde, un infectólogo infantil revisó el caso y concluyó que la bacteria detectada en los cultivos era, en realidad, una contaminación de laboratorio. Los urocultivos posteriores fueron negativos. Pablo no volvió a tener fiebre ni síntomas en los meses siguientes.

Finalmente, el pediatra de cabecera sugirió una explicación simple y plausible: Pablo habría cursado una infección viral leve, contagiada por su madre, quien había tenido fiebre unas 24 horas antes que él.

🌈 ¿Coincidencia? ¿Sincronicidad? ¿Colaboración entre planos?

Lo cierto es que la aplicación grupal de EFT Óptimo coincidió con un giro decisivo en la salud de Pablo. Los síntomas cedieron, los diagnósticos se relativizaron y el bebé se recuperó por completo.

Este caso nos recuerda que el poder del acompañamiento emocional, la intención colectiva y la conexión profunda (con un plano espiritual o como queramos llamarlo), pueden tener un impacto real y positivo, más allá de lo que entendemos racionalmente.

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